miércoles, 6 de abril de 2016

Posesión

Yoga la ciencia del alma - Osho -

Por ejemplo, te enamoras. El amor te proporciona un sentimiento, el sentimiento de que la felicidad está en alguna parte cerca de ti. Sientes que, por primera vez, alguien te da la bienvenida, que al menos una persona te da la bienvenida. Empiezas a florecer. Con una sola persona dándote la bienvenida, esperándote, amándote, cuidándote, empiezas a florecer. Solamente es el principio; luego tus pautas erróneas empiezan a actuar. Inmediatamente deseas poseer al amado, al que amas.

Y poseer es matar. En el instante en que posees a tu amada, la has matado. Entonces sufres. Entonces sollozas y lloras y crees que tu amada se equivoca, que el destino está equivocado, "El destino no juega a mi favor". Pero tú no sabes que has envenenado al amor a través de la posesión, mediante la posesividad.

       Pero todos los amantes están haciendo esto y todos los amantes sufren. El amor, que podía proporcionarte el más profundo de los goces, se convierte en la más profunda de las aflicciones.

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