"Los hombres odian en los demás aquellas cosas que desprecian en si mismos. Es posible desaprobar a otras personas de manera racional y no apasionada, pero odiarlos es un acto irracional y apasionado. La pasión traiciona el auto-desprecio subyacente. El origen del odio radica en los intentos del individuo para repudiar cierto potencial de uno mismo.
En otras palabras, si sentimos incluso de manera inconsciente, características en nosotros mismos que preferiríamos no reconocer porque son ajenas a nuestra auto imagen, negamos su existencia y la proyectamos en otros. por lo tanto nuestro odio hacia los otros es en realidad el odio hacia nuestras capacidades no deseadas o temidas que proyectamos en alguien mas.
Para llegar mas allá de los efectos destructivos del odio, es necesario ser capaz de aceptar una verdad básica sobre nosotros mismos. "
En otras palabras, si sentimos incluso de manera inconsciente, características en nosotros mismos que preferiríamos no reconocer porque son ajenas a nuestra auto imagen, negamos su existencia y la proyectamos en otros. por lo tanto nuestro odio hacia los otros es en realidad el odio hacia nuestras capacidades no deseadas o temidas que proyectamos en alguien mas.
Para llegar mas allá de los efectos destructivos del odio, es necesario ser capaz de aceptar una verdad básica sobre nosotros mismos. "
"Todos somos capaces
No hay comentarios:
Publicar un comentario